En Pasión por el Mar tenemos las escotillas de nuestra redacción abiertas para que nos hagáis llegar noticias relevantes relacionadas con el mar. Hoy queremos compartir con vosotros el video que nos ha hecho llegar uno de nuestros seguidores sobre la increíble experiencia que ha vivido en nuestro precioso y sorprendente mar balear.
¡SIGUE NUESTROS PERFILES EN REDES SOCIALES Y DISFRUTA DEL MAR EN TU MÓVIL!Ayer el mar en la zona sureste de la isla estaba plano y prácticamente no soplaba viento. Era un día normal para dos jóvenes de Sa Ràpita que pensaban disfrutar de un día de pesca del calamar. Pero a los pocos minutos de salir del puerto con su lancha, a tan solo 4 millas del Club Nàutic Sa Ràpita, una pequeña aleta les sorprendió saliendo del agua, para luego dar paso a una aleta más grande.
En ese momento, los jóvenes se dieron cuenta de que no podía tratarse de un delfín y pensaron que quizás era un cachalote. “Al acercarnos nos dimos cuenta de que eran dos ballenas: una grande y una pequeña, que suponemos que es la hija”, nos cuenta Toni Baltasar todavía emocionado. “Yo todavía no me lo creo” confiesa, “encontrarnos con ellas aquí, en Es Trenc, tan cerca de casa, es un privilegio”.
Y es que para sorpresa de estos jóvenes las ballenas iban en dirección a la costa de Es Trenc, algo inusual para estos mamíferos, “pero no estaban desorientadas, porque si te acercabas a ellas se alejaban” asegura Baltasar.
Los jóvenes decidieron seguir el rumbo de las ballenas, hacia ses Covetes, para poder admirar la belleza de estos cetáceos. “Las veíamos que salían a respirar y era alucinante”, explica el joven de Sa Ràpita. Incluso “en dos ocasiones nos pasaron por debajo de la barca”.
En ese momento, y a pesar de no ir preparados con trajes de neopreno, tomaron la decisión de lanzarse al mar a nadar con las ballenas. “No nos lo pensamos. Estábamos tan eufóricos que en ese momento no notábamos ni el frio” nos cuenta Baltasar. Y es que como bien dice él, “esto solo pasa una vez en la vida, así que nos tiramos”.
Estos jóvenes pudieron disfrutar de una experiencia única en la vida y ver de cerca a las ballenas, sin interferir en su trayectoria. “Cuando estábamos dentro del agua, las ballenas no se asustaban, pero tampoco se paraban. Ellas seguían su camino” explica Baltasar. “Pero las pudimos ver perfectamente y era alucinante” comenta emocionado recordando ese momento. “La grande hacía 2 o 3 veces el barco, era enorme”.
Durante aproximadamente una hora las ballenas estuvieron nadando por la zona de Es Trenc, muy cerca de la costa. “Nosotros llevábamos la sonda de la barca y hubo un momento que marcaba 15 metros de profundidad” asegura el joven de Sa Ràpita. “Al principio no se veía el fondo, pero llegó un momento en el que se veía perfectamente la arena”. Esto es poco usual, ya que, debido a su tamaño, sería fácil que quedaran varadas en la arena. Después los cetáceos continuaron su rumbo a Cabrera y los jóvenes pescadores de calamar perdieron su rastro.
Al igual que Toni Baltasar, os animamos a que nos enviéis vía WhatsApp, email o por redes sociales, vuestras experiencias, sucesos o aquello que os llame la atención. A través de vuestros testimonios seguiremos informando de todo lo que pasa en nuestras islas.
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