Una de las razones por las que este 2021 ha sido tan importante es porque por fin los mejores deportistas de todo el mundo se han podido reunir en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, que tuvieron que ser cancelados en 2020 debido al coronavirus.
¡SIGUE NUESTROS PERFILES EN REDES SOCIALES Y DISFRUTA DEL MAR EN TU MÓVIL!En Pasión por el Mar no podíamos terminar el año sin recordar los grandes logros alcanzados por nuestros regatistas y palistas de las islas durante estas últimas olimpiadas celebradas, que han demostrado internacionalmente el gran talento del deporte balear.
Un total de 18 deportistas BAL participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio y 5 en los Juegos Paralímpicos, representando, no solo a España sino a las Islas Baleares ante millones de personas de todo el mundo. Una cifra récord, y que supera al máximo logrado en Río 2016, que fueron en total 21 deportistas baleares (16 en los Juegos Olímpicos y 5 en los Juegos Paralímpicos).
Aunque lo cierto es que lamentablemente desde esos Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro en 2016, la vela no ha vuelto a ser disciplina paralímpica, ya que el Comité Olímpico Internacional eliminó la vela adaptada para introducir otros deportes y, por lo tanto, nuestros regatistas baleares no han podido volver a representar a España en esta disciplina paralímpica, como lo hicieron en su día, en una cita tan especial como son unos Juegos Paralímpicos.
Por el momento, tampoco se disputará la vela adaptada en los próximos Juegos Paralímpicos de París en 2024, pero la World Sailing está luchando para que se reinstaure como disciplina paralímpica y que los regatistas puedan competir en Los Ángeles 2028.
MEDALLERO BALEAR
La primera medalla olímpica para la vela vino de la mano del regatista menorquín Joan Cardona, que en sus primeros Juegos Olímpicos se colgaba el bronce tras acabar tercero en la clase Finn, una categoría que desaparece del programa olímpico y que pone en peligro la participación de Cardona en los próximos juegos de París 2024.
El mallorquín que además de ser el más joven de la categoría, también forma parte del equipo español de Sail GP, remontó en la Medal Race desde el noveno puesto hasta la sexta posición, en una sorprendente carrera que pudieron seguir en directo y en pantalla gigante cerca de un centenar de personas desde las instalaciones del Real Club Náutico de Palma, durante la Copa del Rey de Vela que tenía lugar al mismo tiempo.
El Campo de Regatas de Enoshima fue el escenario de esta tensa y difícil manga para Cardona, marcada por el poco viento, que perdía provisionalmente el bronce que se había trabajado durante toda la semana tras quedarse en las últimas posiciones. Pero el regatista menorquín luchó hasta el último momento por su preciado metal, consiguiendo subir posiciones hasta terminar en sexto lugar, lo que le aseguró el merecido bronce, que a él le sabía a oro. Toda una alegría para la vela española, que desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no conseguía una medalla.
La otra brisa fresca la trajo el piragüista mallorquín Marcus Cooper, quien acompañado de sus compañeros Saúl Cravioto, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, se alzó con la medalla de plata en el K4 500. Una segunda medalla olímpica para el deportista mallorquín que consiguió el oro en sus primeros juegos en Río 2016 compitiendo en solitario en K1 1000.
A las puertas de la final paralímpica se quedó el palista mallorquín Adrián Castaño, que entró cuarto en la semifinal y no pudo clasificarse para luchar por las medallas en la categoría KL1 200. Han sido las primeras paralimpiadas para Castaño que, a pesar de terminar en la undécima posición en la clasificación general, esta experiencia le ha servido para marcar su mejor tiempo de la temporada.
Pero no todo son medallas olímpicas, otros deportistas de las islas han conseguido grandes éxitos en sus categorías, como es el caso de la mallorquina Paula Barceló, que se quedó a tan solo un punto de subir al podio y terminó cuarta, consiguiendo diploma olímpico, con su compañera gallega Tamara Echegoyen en la clase 49er FX.
O el regatista formenterense, Mateo Sanz, que, a pesar de no competir por España, sino por Suiza, terminó en la octava posición en la “Medal Race” de la clase RS:X de los Juegos Olímpicos, consiguiendo diploma olímpico en Windsurf.
Lo que ha demostrado estos Juegos Olímpicos y Paralímpicos es que las Islas Baleares tienen una cantera de deportistas que son el futuro del deporte balear y español, que lo siguen demostrando a diario en grandes competiciones internacionales y lo volverán a demostrar en las próximas olimpiadas. Nos esperan grandes cosas. Nos vemos en París 2024.