AENIB, como patronal náutica balear, hace balance de un año marcado por la falta de stocks, pero en el que muchos ciudadanos han descubierto la náutica como alternativa segura de ocio y turismo. Por lo que, AENIB vaticina un año marcado por la negociación y conversaciones constantes con las administraciones.
¡SIGUE NUESTROS PERFILES EN REDES SOCIALES Y DISFRUTA DEL MAR EN TU MÓVIL!La Asociación de Empresas Náuticas de las Islas Baleares (AENIB) hace balance del 2021 destacando que el sector náutico ha hecho frente a retos como la falta de suministros, pero ha tenido un desempeño mejor del que se esperaba, con una temporada marcada por un espectacular repunte de la demanda. Se enfila el nuevo año con una serie de retos y proyectos que afectan al conjunto del sector en nuestras Islas.
“El liderazgo de Baleares como destino náutico de referencia se ha mantenido a lo largo del año 2021, recuperándose una parte de lo perdido en 2020, cuando se notó un retroceso en la cantidad de proyectos que llegaban por parte de grandes embarcaciones para labores de reparación y mantenimiento”, celebra Jaume Vaquer, presidente de AENIB, en su balance para el sector náutico.
“Hace un año, mis previsiones de cara a 2021 eran quizás algo más pesimistas respecto cómo se desarrolló finalmente el año”, reconoce. “Nos ha sorprendido gratamente que el mercado haya mantenido la demanda de producto a pesar de la incertidumbre que lo envuelve todo. Es una excelente noticia para el sector, porque refleja que el incremento sustancial de los precios que ha padecido el mercado no ha impedido que los clientes sigan consumiendo y se ha mantenido el nivel de demanda”, subraya.
“Este año que comienza, los temas en los que más nos enfocaremos como asociación serán formación, medio ambiente y digitalización”, adelanta Jaume Vaquer. “Asimismo, redoblaremos nuestro esfuerzo en hacernos oír como sector ante la administración, ocupada como está en los problemas sanitarios y económicos que nos aquejan a todos”, apunta “Temas como la saturación de los puertos y el nuevo plan director, el tasazo, la formación de iniciación y de pintura y reparación de embarcaciones o la pérdida de espacio en STP estarán este año en nuestra agenda de asuntos a tratar con las administraciones”, abunda.
Bajo su punto de vista, esto refleja “la buena salud del sector, que hace ya una década que hizo una primera criba: las empresas que sobrevivieron lo hicieron gracias a que tenían pulmón y recursos para seguir adelante. Ello les ha permitido encajar con garantías el golpe de la crisis sanitaria, que ha afectado al sector náutico de una forma mucho menos dramática que a otros sectores”, incide.
Como patronal del sector, “AENIB se ha enfocado y ha puesto mucho énfasis durante el año en temas relacionados con la formación, el cuidado del medio ambiente y la digitalización que ya empezaron a plantearse antes de la crisis sanitaria. Son los ejes principales de la asociación y del sector, que este año ha tenido también que lidiar con temas sobrevenidos como los ERTE o los paros de producción y suministros”, señala.
Ventana de oportunidad
“A lo largo del año, el sector ha sabido capitalizar la ventana de oportunidad que la situación pandémica le ha brindado, ya que muchos ciudadanos se han visto atraídos por la náutica como forma segura de ocio y turismo”, explica por su parte Carlos Sanlorenzo, secretario general de ANEN. “En enero, ya preveíamos que sería un buen año, pero ha colmado nuestras expectativas”, apunta. “El buen desempeño de la temporada ha sorprendido a muchos, y hemos observado un gran interés en la náutica de iniciación, lo cual es muy interesante para el sector, porque indica la incorporación de nuevos usuarios”, reflexiona.
En este sentido, destaca la “estrecha relación que la patronal náutica ha trenzado con Turespaña y la Secretaría de Estado de Turismo durante este año. La administración se ha dado cuenta que el turismo náutico es un activo que hay que cuidar, porque es de alta calidad y baja concentración, además de promover valores medioambientales, deportivos y de higiene sanitaria. Durante 2021, estos organismos han aprobado muchas de las propuestas que les hemos planteado de cara a promocionar el sector náutico en el ámbito nacional e internacional”, destaca.
Reformas importantes
Por otro lado, Carlos Sanlorenzo, secretario general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), de la que forma parte AENIB, confía en recoger frutos a lo largo de 2022 de la “acción legislativa que hemos estado llevando a cabo. Este año vendrá marcado por dos reformas importantes: la Ley de Puertos y la Ley de Navegación Marítima. Llevamos dos años trabajando en ellas y vaticinamos que traerán buenas noticias para el sector”, confía.
Por otro lado, “no puede haber crecimiento sin formación, y en este sentido, hay que destacar la labor de AENIB en este terreno, todo un ejemplo para el sector náutico en el resto de España. Hay que redoblar el esfuerzo en potenciar la formación de excelencia profesional que requiere el sector. El Centre de la mar recién inaugurado en Menorca representa esta apuesta y hay que estar pendientes de que tenga la continuidad que merece a lo largo del año”, apunta.
Rotura de stocks y aumento de precios
En cuanto a las condiciones estructurales en las que el sector náutico va a tener que operar, de cara a 2022, “se va a acentuar la rotura de stocks”, vaticina Vaquer. “Si en 2021 el sector ha podido echar mano de recursos propios y stock de las propias empresas, este margen ya se ha agotado por completo, mientras los fabricantes hacen sus entregas con cuentagotas. Este año, se acentuará más la bajada de ventas y entrega de suministros, y en 2023 y 2024 tendremos que empezar a ver un regreso a la normalidad”, vaticina. “Tal y como se ha visto en las ferias náuticas de este año, los clientes han comprobado que para 2022 no hay disponibilidad, por lo que se apuesta por comprar de cara a 2023, cerrándose ventas con 14 o 15 meses de antelación”, analiza.
En este punto, Sanlorenzo advierte que “se plantea un 2022 lleno de interrogantes. Por supuesto, en una situación de pandemia es muy difícil hacer previsiones. Pero, al margen de cómo evolucione la situación sanitaria, la crisis de suministros y las limitaciones de producción frente al crecimiento de la demanda agudizarán la subida de precios. Nos preocupa el incremento de precios y la crisis de suministros, toda vez que hay mucha producción que ya se ha vendido y al sector apenas le queda stock, ya que lo usó el año pasado para cubrir la demanda. Ante el desequilibrio entre oferta y demanda, las empresas pueden verse obligadas a seleccionar clientes”, advierte.