HASTA EL 70% DEL PLÁSTICO NO FLOTA Y SE QUEDA EN EL FONDO MARINO

SÍGUENOS EN LOS PERFILES SOCIALES Y RECIBE LAS ACTUALIZACIONES DE "PASSIO PER LA MAR" El debate online sobre la película The Story of Plastic tuvo lugar el jueves 18 de junio, como alternativa al encuentro anual en la playa del movimiento Nit de Sant Joan #ResiduZero.



La película, realizada por The Story of Stuff Project desvela la realidad incómoda detrás de la crisis de contaminación por plásticos mundial: que la mayoría del plástico que separamos para reciclar, en realidad no se recicla sino que se quema o se envía a países como Filipinas, Vietnam, Malasia o India, donde acaba contaminando comunidades, ríos y mares; la influencia del plástico en el cambio climático; que los plásticos “biodegradables” o “bioplásticos” no se degradan fácilmente y causan los mismos problemas que el plástico convencional, y muchos más aspectos bastante desconocidos sobre la dimensión del problema.

En el debate posterior conocimos, además, que entre el 60 y el 70% del plástico presente en el mar no flota, como se suele creer, sino que se deposita en los fondos marinos, o cómo la industria del plástico está explotando el miedo al Covid-19, haciendo creer que el plástico es más seguro, cuando estudios demuestran que es una de las superficies en las que el virus permanece más tiempo, hasta 72 h. El debate contó con la participación del doctor Nicolás Olea, experto en los efectos de los contaminantes de los plásticos en la salud.

Olea destacó que el incremento de la infertilidad, de la deficiencia de vitamina D o de enfermedades como el hipotiroidismo, la diabetes, o ciertos tipos de cáncer está relacionado con la exposición a los compuestos químicos presentes en los plásticos de uso diario. Incluso pequeñas dosis de exposición serían peligrosas porque existe el denominado “efecto cóctel”.

El experto explicó que, sin embargo, las empresas que desean producir o vender productos químicos que pueden ser contaminantes no están obligadas a hacer pruebas de que esos productos químicos, en combinación con otros, pueden ser peligrosos para la salud.

También se mostró muy crítico con las empresas que producen textiles con plástico “reciclado” del mar, dado que el plástico, por sus características químicas, absorbe contaminantes, y es muy difícil de limpiar para poder producir esos textiles, por lo que el producto final es bastante dudoso, tanto en su procedencia real como en su seguridad. Contó que incluso existen empresas que compran botellas de plástico PET para reciclarlas y confeccionar con ellas la cada vez más popular “ropa de plástico reciclado”.

El doctor Olea denunció también la exposición de los niños a los contaminantes de los juguetes realizados con plástico reciclado procedente de basura electrónica, ya que contienen retardantes de llama, unos compuestos muy perjudiciales para los pequeños, o que los más vulnerables entre los vulnerables, los niños prematuros, están expuestos a los plásticos durante su permanencia en incubadoras.

Además, expresó su gran preocupación por las mujeres embarazadas ya que las existentes regulaciones que limitan o prohíben el uso de algunas sustancias tóxicas para proteger a los niños, ignoran por completo a las mujeres embarazadas.

Por otro lado, en el debate se quisieron ofrecer soluciones a la crisis plástica. Leticia Serramalera, representante del programa piloto Balears Sense Plàstic, de la Fundación Save The Med, explicó cómo empresas públicas o privadas, organizadores de eventos, escuelas e instituciones pueden acogerse a este programa para reducir los plásticos de un solo uso.

Y la representante del programa educativo Dos Manos, de la misma fundación, Mari Gutic, expuso los detalles de este programa orientado a que los escolares de Mallorca aprendan a reducir su huella plástica.

También se ofrecieron consejos a los asistentes para reducir el uso del plástico: RECHAZAR los plásticos de un solo uso, REDUCIR el consumo a lo que realmente se necesita y REUTILIZAR lo que no se puede rechazar ni reducir.