EL ARTE DE RESCATAR TESOROS SUBACUÁTICOS EN LAS BALEARES

SÍGUENOS EN LOS PERFILES SOCIALES Y RECIBE LAS ACTUALIZACIONES DE "PASSIO PER LA MAR" Baleares cuenta con la mayor concentración de restos arqueológicos del Mediterráneo occidental, motivo por el cual no es de extrañar el nacimiento y desarrollo del Instituto Balear de Estudios de Arqueología Marina, creado hace unos años con las siglas IBEAM. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro creada por profesionales de la arqueología subacuática, cuyo fin es investigar, conservar, proteger y divulgar el patrimonio marítimo de las islas Baleares.

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Actualmente y desde 2015, en IBEAM se encuentran realizando labores concretas en el proyecto de excavación del pecio de las Lucernas, entre muchas otras labores como son las cartas náuticas de nuestras islas. Referente al pecio de las Lucernas, se trata de una embarcación romana que data del siglo 1º d.C. que mediáticamente ha supuesto un plus cara a la sensibilización y conservación de nuestros restos por parte de la sociedad.

El acceso a sus restos ha sido fácil, ya que se encuentra a unos cinco metros de profundidad en la costa de Portocristo, en Mallorca. Si bien es cierto que de su cargamento se ha conservado muy poco material, la arquitectura naval está en perfecto estado de forma excepcional. De hecho, hasta se han encontrado inscripciones asociadas a su mestre d'àixa: Caius Julius.

Esta y muchas curiosidades más nos las han explicado el presidente de IBEAM, Sebastià Munar, y la restauradora y conservadora arqueológica Andrea Sanz. Si bien Munar es co-fundador de la asociación, Sanz también ha sido una pieza clave en el proyecto ya que junto a los demás miembros del grupo no solo cuentan con arqueólogos, sino con biólogos y otros expertos en diversos temas, que como aseguraron en los micrófonos de Passió per la mar Radio, en un trabajo así, la variedad es imprescindible.



Y es que no solamente el yacimiento es importante, sino su conservación. Sanz detalló muy gráficamente que los materiales que llevan tanto tiempo en el agua están estabilizados porque no les ha afectado ni la luz ni el oxígeno. Es por ello que, siempre que se puede, se intenta conservar y estudiar el objeto in situ, a salvo de cualquier alteración que pudiese iniciar un deterioro de las piezas.

El objetivo de la asociación, nos comentan, es hacerse cargo del tratamiento profesional de un patrimonio que está olvidado y acercar así un trocito de historia a los habitantes de las islas. Porque en la actualidad, hay factores, como lo son las obras portuarias, la pesca de arrastre y el espolio, que amenazan con la destrucción de los restos arqueológicos subacuáticos que nos recuerdan que es de todos.

Así que, mediante cursos de historia naval y de sensibilización, se pretende mostrar a la gente un poco más de su pasado y enseñarla a actuar en caso de encontrar un yacimiento. Tal y como explica Munar, las tres reglas básicas en caso de avistar uno son: no tocar, posicionar la situación del objeto y avisar, ya sea a la Guardia Civil o a IBEAM a través de su página web www.ibeam.es, o desde sus perfiles en redes sociales, Facebook e Instagram.